Como parte de los procesos de digitalización de las empresas se requiere desarrollar procesos de evaluación laboral que sean cada vez más objetivos y generen indicadores de productividad que eviten los estereotipos de género que predominan en el sector.  

En el entorno cada vez más competitivo y demandante de servicios en el sector del TAC, la participación de la mujer puede ser un aliciente ante los elevados déficits de personal presentes hoy día, sin embargo, el rendimiento por género ante la tradicional hegemonía de los hombres en el desempeño de varias de las funciones que se requieren en el transporte de mercancías, incide indudablemente en acrecentar la brecha salarial de género.   

En ese contexto es necesario favorecer la introducción de mecanismos de evaluación del personal que midan, sin prejuicios preconcebidos, la productividad, motivación, interés y satisfacción del cliente de los trabajadores en el ejercicio de sus actividades.

En consultas con el sector se ha evidenciado que la mujer puede competir en igualdad de condiciones que sus compañeros de trabajo, pero se requiere de desarrollar procesos de educación y mecanismos efectivos de equidad de género dentro de las empresas del sector.

Organizaciones de apoyo para la participación de la mujer en el sector han reiterado la conveniencia de contar con soluciones que permitan premiar el cumplimiento y productividad de las trabajadoras por medio de consultas digitales que evalúen el rendimiento laboral de las trabajadoras del sector y destacar su participación y aportes en el sector.

Una experiencia relevante al respecto, es la iniciativa de algunas empresas transportadoras de incluir a las operadoras en las operaciones de maniobras en los patios y áreas de estacionamientos, demostrando habilidades y condiciones de adaptación a sus lugares de trabajo en condiciones competitivas con sus homónimos de género opuesto.