El hidrógeno verde es una alternativa clave para reducir las emisiones y proteger nuestro planeta. Se obtiene a través de un proceso químico llamado electrólisis, que utiliza corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno presente en el agua. Si esta electricidad proviene de fuentes renovables, la producción de hidrógeno verde no emite dióxido de carbono a la atmósfera.
El hidrógeno verde, combinado, por ejemplo, con la energía solar, podría ser una solución para el almacenamiento de energía y la transición hacia un transporte de bajas emisiones.
El hidrógeno verde se utiliza en vehículos de pila de combustible, donde se utiliza el hidrógeno para generar electricidad que alimenta el motor del vehículo.
El hidrógeno verde ofrece varias ventajas significativas para el transporte en América Latina:
Emisiones cero: El hidrógeno verde no produce emisiones de gases de efecto invernadero durante su uso. Su única emisión es vapor de agua, lo que lo convierte en una opción limpia y sostenible.
Mayor movilidad y flexibilidad: A diferencia de la electricidad, el hidrógeno se puede recargar más rápidamente, lo que permite una mayor movilidad y flexibilidad en el transporte.
Silencioso y sin vibraciones: El hidrógeno no genera ruido ni vibraciones, lo que lo hace ideal para zonas urbanas o para el transporte de mercancías sensibles.
El hidrógeno verde tiene el potencial de transformar el transporte en América Latina hacia una opción más limpia y sostenible.