Según cálculos de la Organización Internacional de Transporte por Carretera (IRU por sus siglas en inglés) en México existe un déficit de 56 mil operadores. Solventar esta necesidad de profesionales del volante se ha convertido en uno de los mayores retos para la industria del autotransporte de carga. 

Ante esta dura realidad muchas empresas de transporte han implementado diversas estrategias que fomentan la capacitación y formación de operadores, esto también incluye un autoanálisis para identificar las buenas prácticas de las propias empresas para ser un gran lugar para conducir. 

Para apoyar estas iniciativas, la Consultoría Vi-Human y Grupo T21 desarrollaron en conjunto la certificación Drive is Great, un proyecto que busca fomentar el cambio de cultura en las empresas de autotransporte para eliminar las prácticas empíricas y transitar a modelos de gestión estructurados que las lleven a ser los mejores lugares para trabajar. 

“Una cualidad importante de Drive is Great es que las organizaciones son capaces de demostrar que centralizan su modelo de gestión operativo y lo fundamentan en la figura del operador, para ir construyendo una base de confianza”, detalló Einar Palomino, director general de Drive is Great. 

La certificación Drive is Great se basa en un estudio con una metodología disciplinada y estructurada que se finca en una auditoria dividida en dos grandes etapas; la primera tiene que ver con un modelo de gestión de operadores. A su vez, esta categoría se subdivide en cuatro puntos principalmente, el primero tiene que ver con los planes y objetivos de las empresas transportistas para formar nuevos operadores. 

La segunda línea está trazada por la capacidad de las empresas para retener al talento, este punto es importante porque se conocen los mecanismos estratégicos que se están aplicando para que los operadores prefieran trabajar en una empresa y no en otra. 

El tercer elemento para evaluar son las estrategias de la organización respecto a su plan de capacitación, formación continua, desarrollo y carrera al interior de las empresas. 

“Evaluamos todos los elementos que están asociados al tema de la seguridad, el entendimiento de los clientes principales, el entendimiento de las líneas comerciales, core del negocio, y, evidentemente, la capacidad de institucionalizar al operador en función de seguridad total”, detalló Palomino. 

El cuarto elemento que es evaluado se enfoca en la marca empleadora, que se podría sintetizar como el prestigio que se ha construido la compañía, hacia afuera, pero también al interior, sobre todo en temas de amenidades para los operadores (pagos puntuales, zonas de descanso, bonos, etc.) 

“La segunda etapa está centralizada en una evaluación de liderazgo, en donde se considerarán conceptos asociados a colegialidad, gobernabilidad, sustentabilidad, responsabilidad social, liderazgo, es decir, algunos otros modelos evaluables desde un enfoque corporativo”, añadió el director general de Drive is Great. 

Para Palomino, una empresa que obtiene la certificación Drive is Great se convierte en un espacio aspiracional para los operadores. Sin embargo, aquellas organizaciones que de principio no logren la certificación serán un terreno fértil para sembrar buenas prácticas y la consigan en lo futuro. 

En su consideración, el modelo funciona porque se trata de una auditoría no invasiva que avalúa 180 puntos, con 140 evidencias. “Funciona porque se basa en la honestidad y el genuino interés por parte de las organizaciones de querer encontrar análisis de resultados que verdaderamente les sean útiles”, detalló. 

Cabe resaltar que la certificación condensa las mejores prácticas a nivel mundial, esto quiere decir que las empresas que se certifiquen estarán al mismo nivel que las mejores en el mundo. La gran meta del proyecto Drive is Great es que sea un modelo de exportación, para ir formando redes de mejora continua en todo el continente. 

“Las empresas que logran certificarse tienen la oportunidad de construir una mayor confianza con sus entidades colaborativas. Además, los líderes encuentran una gran cantidad de información valiosa para hacer ajustes en sus modelos de gestión. La organización eventualmente se va convirtiendo en una organización con una cultura ágil, con evidencias claras, con procesos de confianza basados en rendición de cuentas. Conjuntamente hay un reconocimiento por parte de los usuarios finales y socios comerciales, lo que incrementa la certeza”, detalló el líder del proyecto. 

En consideración de Palomino, Drive is Great se va a convertir eventualmente en una certificación necesaria para que las empresas de transporte puedan ser contratadas, debido a que se tendrá la certeza de que en dicha empresa tratan al operador con un enfoque estratégico. 

“Estamos completamente seguros de que vamos a darle la oportunidad a la industria completa de tener organizaciones mucho más comprometidas y, además, organizaciones conscientes de sus ámbitos de oportunidad. Estoy convencido de que hay muchos empresarios que quieren mejorar, pero a veces no saben por dónde comenzar y este es un buen inicio”, aseguró. 

Actualmente las empresas pueden certificarse en cuatro categorías de Drive is Great: Desarrollo de nuevos operadores, Desarrollo de marca empleadora, Confianza y vinculación familiar, y Formación, capacitación y seguridad.