En el escenario vital del Transporte Automotor de Carga (TAC) en América Latina, surge un desafío apremiante: la adopción de tecnologías digitales.
A pesar de su papel estratégico, el TAC en la región se enfrenta a rezagos tecnológicos, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que constituyen el 90% de la flota.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el transporte terrestre de mercancías en América Latina y el Caribe ha sido el más lento en adoptar tecnologías digitales. Las Pymes, fundamentales en la operación del TAC, se encuentran enfrentando barreras para integrarse a esta transformación.
AvancargoCS, resultado de una colaboración entre Avancargo y Coconut Silo respaldada por el BID Lab y Global Digital Innovation Network, surge para abordar estas problemáticas. Ambas empresas se dedican a la digitalización del sector. La nueva entidad se enfocará en simplificar los procesos logísticos a través de soluciones tecnológicas avanzadas, incluyendo la implementación de Inteligencia Artificial (IA).
Diego Bertezzolo, CEO de Avancargo, destaca la importancia de la IA en la automatización de procesos, especialmente para Pymes con recursos limitados. La colaboración con Coconut Silo, especialistas en deep tech, promete una combinación única de experiencia operativa y soluciones tecnológicas creativas.
La plataforma de Coconut Silo, Cocotruck, ya utiliza herramientas avanzadas de Big Data para optimizar la ruta de camiones en la última milla, una tecnología que podría adaptarse a las necesidades del mercado latinoamericano.
Enfocándose en la digitalización avanzada, AvancargoCS busca agilizar operaciones y contabilidades diarias en el TAC, superando los desafíos de procesos manuales. La plataforma también abordará el seguimiento y control de unidades en ruta, optimizando los ciclos de facturación y reduciendo significativamente los tiempos de operación para las Pymes.
En un entorno donde la digitalización se perfila como el futuro del transporte de carga, AvancargoCS se presenta como un impulsor clave para llevar al TAC de América Latina a una nueva era tecnológica, beneficiando tanto a grandes empresas como a las Pymes que forman la columna vertebral del sector.